miércoles, 22 de agosto de 2007

Dios salve al caballito blanco


Caballito blanco…llévame de aquí ¿Quién no recuerda esa típica canción infantil, característica de nuestra niñez, cantada por nuestras madres, abuelas, nanas y posteriormente por las “tías” en el Jardín Infantil.
A raíz de simples dinámicas como éstas, surge el tomar nuestra labor de educadoras como meras dinámicas lúdicas que entretienen a los niños en los tiempos que sus padres trabajan me pregunto ¿Es sólo eso? ¿Entretener a los niños mientras sus padres trabajan? Entonces si es así…¿Para qué los 4 años de estudios universitarios?
Si cualquiera medianamente capaz podría cuidar de un grupo de niños durante algunas horas.¿Está nuestra carrera basada en los peyorativos ramos ficticios de “Tijeritas I y II”, “Gomaeva como recurso didáctico” o “papel lustre para la vida”?

Pues al parecer no es tan así, la educación de párvulos es, a mi parecer y al parecer de muchos grandes pensadores de la historia desde Aristóteles, fundamental en cualquier sociedad. La educación en general es el principal proceso por el cual nos socializamos, si bien muchos sostienen la preponderancia de la familia como agente socializador en una sociedad, pero ¿quién socializó antes a esos padres de familia? sin duda que la escuela, incluso si siguiéramos manteniendo la tesis de la familia como principal fuente socializadora en el día de hoy, nos cabe preguntarnos: ¿Funciona realmente, en estos tiempos, el hogar como socializador principal? ¿Los padres son capaces de entregar todas las competencias necesarias a sus hijos para ser parte de esta sociedad? Ante estas preguntas sabemos que con respecto a la educación superior claramente no están capacitados para entregar tantos conocimientos específicos, pero refiriéndonos a la formación inicial se tienda a creer que si lo son, pero, cómo serían capaces si no tienen los ni conocimientos y ni el tiempo necesario para dedicarse a aquello. Más del 90% del tiempo de los padres de una familia del siglo XXI está dedicado a trabajar, comer y dormir, entonces ese 10% restante no está del todo enfocado a la educación de sus hijos y si así lo fuera no es suficiente, ni es de la calidad que ellos necesitan.

Evidentemente después de todo lo anterior, creo que concordamos en que la educación es un agente importantísimo dentro de cualquier sociedad, pero es dentro de la misma, donde la “Educación Inicial” juega un papel esencial. Sabemos que de ella depende el posterior desempeño escolar, que los aprendizajes adquiridos en esta etapa y el desarrollo en todas sus áreas serán posibles sólo en esta edad.
Visto de este modo el Kindergarten deja de ser una guardería o un centro de recreación sin metodologías o fines específicos, guardando detrás de cada acto una razón cautelosamente diseñada y escogida acorde al desarrollo, edad y requerimientos del niño.

Después de esto podríamos preguntarnos ¿qué hay detrás del caballito blanco?¿qué papel cumple?, si pareciera ser solo una entretención sin mayor importancia. La verdad es que esa simple canción infantil como muchas más proporciona al niño una gran cantidad de oportunidades que refuerzan su desarrollo tanto emocional, lingüístico, motriz, cognitivo etc. ¿Cómo tanto? Se preguntarán, pues así es todo depende cómo enfoquemos este recurso musical.
La música en los niños aporta de distintas formas, dentro de ellas vemos que una de las más importantes es preparar al oído, la voz y el cuerpo del niño a escuchar, integrar y emitir sonidos del lenguaje (cuya gran importancia fue mencionada en el texto anterior), armoniza los movimientos corporales y funciones motoras por el efecto causado en el sistema vestivular (el que permite el equilibrio y los movimientos corporales), ayuda a su conciencia corporal. Pudiendo relacionar todo lo anteriormente dicho con otros tipos de desarrollo del niño. (Paul Madaule)

No es que si un niño no escucha música no podrá hablar o que caminará mal, pero si está claro que se le será mucho más difícil o no logrará óptimos niveles de desarrollo. También es cierto que el niño dentro de su hogar también está expuesto a estas oportunidades musicales, pero no son trabajadas de la forma en las que se podrían aprovechar, ni tantas como las que se le presentan en el jardín infantil, bajo los cuidados y las competencias que puede ofrecer un profesional experto en el área y no basado simplemente en lo que son los instintos ni el sentido común, que no es que sean negativos, pero no son suficientes si queremos niños que crezcan con un óptimo desarrollo en todas sus áreas para que posteriormente sean adultos sin desventajas dentro de esta sociedad.

1 comentario:

isssitta dijo...

bien, pero olvidaste subir la última publicación.

Me parecen muy interesante tus comentarios y análisis, pero te aconsejaría indicar la bibliografía luego de cada publicación, así como también agregar los links de los blogs de tus compañeras.

Saludos Isa!