viernes, 31 de agosto de 2007

miércoles, 22 de agosto de 2007

Dios salve al caballito blanco


Caballito blanco…llévame de aquí ¿Quién no recuerda esa típica canción infantil, característica de nuestra niñez, cantada por nuestras madres, abuelas, nanas y posteriormente por las “tías” en el Jardín Infantil.
A raíz de simples dinámicas como éstas, surge el tomar nuestra labor de educadoras como meras dinámicas lúdicas que entretienen a los niños en los tiempos que sus padres trabajan me pregunto ¿Es sólo eso? ¿Entretener a los niños mientras sus padres trabajan? Entonces si es así…¿Para qué los 4 años de estudios universitarios?
Si cualquiera medianamente capaz podría cuidar de un grupo de niños durante algunas horas.¿Está nuestra carrera basada en los peyorativos ramos ficticios de “Tijeritas I y II”, “Gomaeva como recurso didáctico” o “papel lustre para la vida”?

Pues al parecer no es tan así, la educación de párvulos es, a mi parecer y al parecer de muchos grandes pensadores de la historia desde Aristóteles, fundamental en cualquier sociedad. La educación en general es el principal proceso por el cual nos socializamos, si bien muchos sostienen la preponderancia de la familia como agente socializador en una sociedad, pero ¿quién socializó antes a esos padres de familia? sin duda que la escuela, incluso si siguiéramos manteniendo la tesis de la familia como principal fuente socializadora en el día de hoy, nos cabe preguntarnos: ¿Funciona realmente, en estos tiempos, el hogar como socializador principal? ¿Los padres son capaces de entregar todas las competencias necesarias a sus hijos para ser parte de esta sociedad? Ante estas preguntas sabemos que con respecto a la educación superior claramente no están capacitados para entregar tantos conocimientos específicos, pero refiriéndonos a la formación inicial se tienda a creer que si lo son, pero, cómo serían capaces si no tienen los ni conocimientos y ni el tiempo necesario para dedicarse a aquello. Más del 90% del tiempo de los padres de una familia del siglo XXI está dedicado a trabajar, comer y dormir, entonces ese 10% restante no está del todo enfocado a la educación de sus hijos y si así lo fuera no es suficiente, ni es de la calidad que ellos necesitan.

Evidentemente después de todo lo anterior, creo que concordamos en que la educación es un agente importantísimo dentro de cualquier sociedad, pero es dentro de la misma, donde la “Educación Inicial” juega un papel esencial. Sabemos que de ella depende el posterior desempeño escolar, que los aprendizajes adquiridos en esta etapa y el desarrollo en todas sus áreas serán posibles sólo en esta edad.
Visto de este modo el Kindergarten deja de ser una guardería o un centro de recreación sin metodologías o fines específicos, guardando detrás de cada acto una razón cautelosamente diseñada y escogida acorde al desarrollo, edad y requerimientos del niño.

Después de esto podríamos preguntarnos ¿qué hay detrás del caballito blanco?¿qué papel cumple?, si pareciera ser solo una entretención sin mayor importancia. La verdad es que esa simple canción infantil como muchas más proporciona al niño una gran cantidad de oportunidades que refuerzan su desarrollo tanto emocional, lingüístico, motriz, cognitivo etc. ¿Cómo tanto? Se preguntarán, pues así es todo depende cómo enfoquemos este recurso musical.
La música en los niños aporta de distintas formas, dentro de ellas vemos que una de las más importantes es preparar al oído, la voz y el cuerpo del niño a escuchar, integrar y emitir sonidos del lenguaje (cuya gran importancia fue mencionada en el texto anterior), armoniza los movimientos corporales y funciones motoras por el efecto causado en el sistema vestivular (el que permite el equilibrio y los movimientos corporales), ayuda a su conciencia corporal. Pudiendo relacionar todo lo anteriormente dicho con otros tipos de desarrollo del niño. (Paul Madaule)

No es que si un niño no escucha música no podrá hablar o que caminará mal, pero si está claro que se le será mucho más difícil o no logrará óptimos niveles de desarrollo. También es cierto que el niño dentro de su hogar también está expuesto a estas oportunidades musicales, pero no son trabajadas de la forma en las que se podrían aprovechar, ni tantas como las que se le presentan en el jardín infantil, bajo los cuidados y las competencias que puede ofrecer un profesional experto en el área y no basado simplemente en lo que son los instintos ni el sentido común, que no es que sean negativos, pero no son suficientes si queremos niños que crezcan con un óptimo desarrollo en todas sus áreas para que posteriormente sean adultos sin desventajas dentro de esta sociedad.

lunes, 6 de agosto de 2007

Nobiemvre



La utilización del lenguaje, tanto oral como escrito nos sirve para comunicarnos bajo un código determinado, entregándonos información sobre algo que nos sea importante, para expresar nuestros sentimientos, para registrar informaciones o acontecimientos que deseamos perpetuar, en fin, una infinidad de utilidades comunicativas para el ser humano. Además existe una gran correlación entre el desarrollo del lenguaje y desarrollo cognitivo ya que una óptima alfabetización desde pequeños no sólo afectará nuestro vocabulario, sino que repercutirá en toda nuestra evolución cognitiva como lo muestra muy bien el Dr Luis Bravo Valdivieso en su recopilación de múltiples estudios que arrojan datos como la incidencia de los aprendizajes adquiridos en el Kindergarten, enfatizando en que estas competencias incidirán directamente en su desempeño escolar posterior, es decir, si tuvieron buen desempeño en el Jardín Infantil con respecto a la Alfabetización Inicial, esos aprendizajes se mantienen e incluso se siguen desarrollando en la educación básica y los que no muestran logros significativos en esta área mantendrán dificultades.

Tenemos claro que este lenguaje sirve para unirnos, también, genera grandes distinciones entre las personas, creando divisiones sociales a partir del sólo acto del habla. Por la forma de expresarse podemos darnos cuenta si una persona proviene de un sector social determinado, si recibió o no una buena educación o si su desarrollo cognitivo es adecuado para su edad. Todas estas distinciones, anteriormente mencionadas, pueden abrir o pueden cerrar muchas puertas en los diferentes ámbitos de la vida de una persona, tanto, en una carta de presentación para un trabajo, en un ensayo de tarea, en un simple mensaje, o en la forma que tenemos de saludarnos, demostrando con estos actos cotidianos del lenguaje, la calidad de nuestro léxico.

Debido a la gran importancia que cobra el lenguaje en nuestra vida, es que la Educación Infantil juega un papel esencial en el desarrollo de ésta área. Ya mencionamos que el proceso de adquisición del lenguaje tiene especial importancia en la etapa de Educación Inicial, y dentro de ésta, es en los sectores más vulnerables dónde se debe aplicar con un mayor profesionalismo el trabajo del desarrollo del lenguaje, tratando de nivelar a los niños que ya se encuentran en contextos deprivados con respecto a ésta área. Son niños que son poco estimulados lingüísticamente, en la mayoría de los casos, sus padres poseen un léxico pobre en cuanto a calidad y es en el jardín infantil dónde tienen la oportunidad de nutrirse de un lenguaje adecuado.

Para contribuir el desarrollo del lenguaje infantil en todos sus aspectos, las educadoras se preocupan crear salas de clases textualizadas, con distintos estímulos visuales que integren al niño con lo que es el lenguaje escrito, además de una serie de trabajos auditivos y fonológicos, como lo son las canciones realizadas en las rutinas, los trabalenguas y juegos de palabras, en fin son diversas las formas de motivación e integración de los niños al mundo letrado, todas estas necesariamente fundamentadas bajo conceptos teóricos que respondan tanto al nivel de desarrollo en que se encuentra el niño como al contexto que lo rodea.

Por todo lo anteriormente descrito debemos preocuparnos aún más de cómo se trata el lenguaje en los primeros años, por un lado tenemos el plano social, dónde debemos preocuparnos sobre la utilización del lenguaje como medio de inserción o exclusión social y además está el plano cognitivo que va de la mano con el desempeño lingüístico desde los primeros años. Para que estos dos aspectos sean positivamente trabajados debemos enfatizar principalmente en una adecuada labor de las educadoras, que posean las herramientas y la formación adecuadas para trabajar con los pequeños, niños que se encuentran en periodos críticos de aprendizaje que no se repetirán durante sus vidas y que dependiendo cómo se trabajen marcarán positiva o negativamente su desarrollo.

Pero ¿Las educadoras están realmente fundamentándose teóricamente para el trabajo del lenguaje en los niños? ¿Se aplican pruebas que demuestren el desarrollo del lenguaje en los niños para saber con certeza qué área se debe trabajar con mayor esmero?¿Las educadoras simplemente poseen buena ortografía?

Haciéndome esta serie de preguntas es que me respondo simplemente que un Jardín JUNJI, de los más vulnerables, donde me tocó hacer una intervención de lectura compartida, en el calendario, escrito por las educadoras leí: “NOBIEMVRE”. Entonces me vuelvo a preguntar: ¿Qué queda para esos pequeños que se educan en ese jardín? ¿Cómo será su desempeño escolar? o ¿Cuántas puertas se les podrían cerrar si al escribir el decimoprimero mes del año, recuerdan ese calendario en la sala del Jardín Infantil y se lee: "NOBIEMVRE"?